Fernanda Miranda: la Miss Tocopilla que cambió el concepto de reinar

Fernanda Miranda: la Miss Tocopilla que cambió el concepto de reinar

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En conversación con Fernanda Miranda y sus padres con Canal Tocopilla 7 mencionaron que no fue Miss Tocopilla por un año. Fue, y será, una voz que esta comuna no olvidará jamás.

Cuando Tocopilla eligió a su Miss 2024, no solo estaba eligiendo a una joven para llevar una banda y una corona.
Sin saberlo, estaba abriendo paso a una historia que marcaría un antes y un después en la forma de entender lo que significa ser “reina”.

Fernanda Miranda no fue la candidata más alta ni la favorita desde el inicio.
Tampoco encajaba en los estándares clásicos de belleza que muchos esperan de estos certámenes. Pero quizás fue precisamente eso lo que la convirtió en única: su autenticidad, su vulnerabilidad y la valentía de mostrarse real en un mundo que muchas veces premia lo superficial.

Su reinado no se construyó en los focos ni en las alfombras rojas, sino en la cercanía con su gente. Su esencia no fue competir, sino compartir. No buscó reconocimiento externo, sino reencontrarse consigo misma y, en el camino, recordarle a todo Tocopilla que la verdadera belleza no está en el cuerpo perfecto, sino en el corazón que se entrega sin miedo.

Un motor llamado “Ecos de tu mente”, la historia de Fernanda tiene un punto de partida muy íntimo: su lucha contra la anorexia y el dolor de sentirse alguna vez invisible. De esa herida nació Ecos de tu mente, un proyecto que con el tiempo creció y se transformó en Diario de un Cristal. Un nombre poético, pero con un trasfondo poderoso: ser cristal es ser frágil y fuerte a la vez, es reflejar la luz de otros y también la propia. Hoy, Diario de un Cristal no es solo una iniciativa local, es un sueño que crece con la ambición de convertirse en una marca mundial que pueda salvar vidas, abrir conversaciones sobre salud mental y acompañar a quienes, como ella, alguna vez pensaron que no tenían fuerzas para seguir.

Miss y estudiante de Derecho: dos mundos, una misma misión. Lo más impresionante de su gestión no fue solo la cantidad de actividades, sino el contexto en el que las hizo. Fernanda no vive en Tocopilla, ella estudia Derecho fuera de la ciudad, una carrera exigente, absorbente y emocionalmente demandante. Sin embargo, encontró el modo de organizar sus tiempos, viajar cuando podía, sostener sus estudios con excelencia y aún así estar presente en casi todas las actividades de su comuna.

Mientras otros descansaban o priorizaban su rutina universitaria, ella organizaba, creaba contenido en redes sociales, grababa videos de apoyo a organizaciones, y escribía discursos que hoy resuenan como lecciones de vida.

También nos comentaron que de las críticas… a la corona no fue fácil, cuando se postuló a Miss Tocopilla, las críticas no tardaron en llegar. “Está muy delgada”, “no parece una reina”, “no es lo que esperábamos”. Pero ella no se quebró, porque ya sabía lo que era ser juzgada por un cuerpo, ya había sobrevivido a eso y esta vez, no iba a ceder.
Su mayor victoria no fue la corona, fue no renunciar a sí misma en el proceso y sin competir contra nadie más, terminó conquistando el respeto de muchos.

Más que una Miss, una voz lo que diferenció a Fernanda durante su año como Miss Tocopilla fue que no esperó invitaciones oficiales ni grandes producciones para actuar.

Su misión fue clara desde el primer día: usar la corona como altavoz y no como adorno. Cada gesto, cada palabra, cada acción estuvo marcada por una convicción: “no dejar que otras personas pasen por el silencio y la soledad que ella conoció en carne propia”. Comentó.

Una Miss sin agenda, pero con propósito
Desde el primer día de su reinado, Fernanda entendió que la corona no era para ser lucida, sino usada con sentido.
Mientras otras reinas esperan invitaciones para aparecer, ella las creaba, las buscaba, las inventaba. Organizó, junto a sus padres y con recursos propios, campañas solidarias para fechas especiales.

Este es el legado de una reina distinta, hoy, mientras se prepara para entregar la corona éste sábado, muchos se preguntan ¿Qué deja Fernanda Miranda tras su reinado?.
La respuesta es sencilla y, al mismo tiempo, inmensa: deja un estándar, un estándar de humanidad, de autenticidad y de propósito.

No fue la Miss “perfecta”, fue mucho más que eso, fue real, fue cercana, fue una joven que demostró que la corona no pesa cuando se lleva con el corazón.

Quizás el tiempo pase y otras reinas lleguen. Pero lo cierto es que Fernanda Miranda no será recordada solo como Miss Tocopilla 2024, sino como la mujer que abrió camino a una nueva forma de reinar.
Una forma que no compite, sino que inspira; que no busca aplausos, sino transformación; que no se limita a una ciudad, porque ya sueña con abrazar al mundo entero. Y aunque la banda se guarde y la corona repose sobre un cojín, su voz seguirá resonando, porque las verdaderas reinas no necesitan escenario para brillar: su brillo queda grabado en cada corazón que lograron tocar.

MUCHAS GRACIAS FERNANDA MIRANDA POR TU GRAN LEGADO Y SUERTE EN LO QUE EMPRENDAS.


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