¿Eres de los que usa una toalla limpia cada vez que te duchas o de los que la usa una y otra vez durante la semana?
Si eres del primer grupo lo estás haciendo bien, pero si eres del segundo, tienes que saber que hay un máximo de uso por toalla.
Así lo explicó Beatriz Arteaga, directora de la Escuela Técnico Nivel Superior de Enfermería de la Universidad de Las Américas.
“La toalla de baño una vez que la usamos no solamente recibe el agua o la humedad producto de la ducha, sino que también todos los microorganismos saprofitos o normales de la piel que viven con total sintonía con nuestro cuerpo y que no nos enferman”, comenzó explicando.
La profesional añadió que “también en las toallas quedan restos celulares, lo que en su conjunto, además con la temperatura del baño o la que queda en la toalla, la humedad, el ph que se genera -que generalmente es neutro- más las características de oxígeno, provocan un perfecto caldo de cultivo para la proliferación de estos mismos microorganismos o también de otros”.
Por este motivo, Arteaga explicó que “una vez que yo ocupo la toalla, debo asegurarme de estirarla, idealmente ventilarla o secarla (en el sol), tras cada uso”.
“La recomendación es que yo debería usar como máximo en promedio 3 veces la misma toalla, no más que eso, para evitar también este posible daño que se podría provocar tras la proliferación de estos microorganismos”, recalcó.
A su vez, dijo que es importante destacar que las toallas, una vez que se utilizan, deberían ser lavadas con un detergente común, en la lavadora, a 60° o 70° para eliminar todos los restos de microorganismos que puedan haber.
Daños para la salud.
La profesional enfatizó que las toallas deben ser de uso individual. Así también recomendó tener una para la ducha, otra para secar la cara y una distinta para las manos, sobre todo en tiempos de pandemia.
La enfermera de UDLA agregó: “Si no cambiamos las toallas, si las usamos aun cuando encuentro un olor a humedad, este olor significa que ha habido proliferación de microorganismos, por lo que podría provocar daños para la salud, en específico para la piel”.
¿Quiénes son las personas más afectadas? “Aquellas que tienen pieles de características blancas, con tendencia a la irritación o que ya de base tienen alguna enfermedad de la piel”, detalló Arteaga.
Finalmente, aconsejó que la tea de la toalla debería “tener un alto porcentaje de algodón y con un mínimo de telas acrílicas, poliéster o plástico”.