El solsticio de invierno es un periodo en donde el sol se acerca a la Tierra, época en donde es posible iniciar una nueva siembra. Ese conocimiento lo sabían desde hace muchísimos años los pueblos originarios de Chile, los que celebran con rituales y ceremonias esta etapa del año.
Con esta celebración se busca avanzar en el respeto y valoración por los descendientes de los pueblos que habitaban este territorio antes de la llegada de los europeos. Cada pueblo originario denomina de distintas formas a la fiesta del Año Nuevo. Así, en lengua Mapuche se nombra como We Tripantu; en Aymara, Machaq Mara; en Quechua, Inti Raymi; en Rapa-Nui, Aringa Ora o Koro; y en Atacameña, Likan Antai. Desde su cultura, todos festejan con diversos ritos un nuevo ciclo de la naturaleza.