Chile declaró oficialmente su independencia de España el 12 de febrero de 1818.
La historia tiene sus caprichos y Chile no es una excepción.
Para muchos chilenos, este 12 de febrero será una jornada común y corriente del verano austral y quizás muy pocos recordarán que, probablemente, es uno de los días más importante en su historia.
Sin ir más lejos, es el aniversario de su fundación como nación.
Y es que el 12 de febrero de 1818, Bernardo O’Higgins (el padre de la patria chilena) proclamó oficialmente la independencia de España. Así, Chile daba su primer paso por la avenida de las repúblicas aún nacientes de América Latina.
“Es la fecha de la fundación del Estado chileno. A partir del 12 de febrero, Chile se presenta ante el mundo como una nación soberana que tendría su ciudadanía, leyes y formas de comercio”, cuenta a BBC Mundo Lucrecia Enríquez, profesora de historia de la Universidad Católica de Chile.
“Sin embargo, es una fecha que pasa desapercibida para gran parte de la población, pues muchos creen que la independencia ocurrió en otra fecha”, añade la también autora de “Historia, memoria y olvido del 12 de febrero de 1818. Los pueblos y su declaración de la independencia de Chile”.
Pero no siempre fue así.
Según la académica, Chile conmemoró su independencia en febrero con fiesta y jolgorios por algunos años.
Sin embargo, desde hace casi un siglo, los desfiles militares, fiestas, celebraciones y discursos oficiales por la emancipación de España en ese lado de los Andes se cambiaron súbitamente para el 18 de septiembre.
Así, la fecha original se fue perdiendo en la memoria colectiva y para muchos ya es solo un día más de verano.
“El 18 de septiembre comenzó a considerarse como el primer paso a la emancipación, porque fue ese día cuando se creó la Junta Nacional de Gobierno”, le dice a BBC Mundo el historiador Cristóbal García-Huidobro, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile.
“Pero lo que ocurrió esa fecha en realidad fue un acto de declaración de lealtad al monarca español”, asegura.
De acuerdo con el experto, lo que sucedió entonces fue que la Junta juró gobernar el país en nombre de Fernando VII y conservarlo para él, luego de que fuera depuesto por las tropas de Napoleón Bonaparte.
¿Cómo se explica entonces que la fecha de la independencia se haya cambiado por otra en que se declaraba lealtad… al rey de España?
Una historia convulsa
De acuerdo con los historiadores consultados por BBC Mundo, una sucesión de factores que fueron desde lo religioso hasta lo político coincidieron en este sentido.
“A las celebraciones del 12 de febrero le seguía otra muy importante también: el 5 de abril era la batalla de Maipú, que algunos dicen que fue el cimiento que va a permitir la declaración de independencia”, explica García-Huidobro.
“Lo que pasa es que esas dos fiestas caían muy cerca de la Semana Santa y la Iglesia católica, que tenía gran poder en Chile, le pidió al gobierno que tratase de cambiar estas fechas a otras que fueran más oportunas, porque las celebraciones eran bastante desmadradas y eso no iba a tono con el momento de recogimiento y reflexión que debía ser la Cuaresma y la Semana Santa”, afirma.
De acuerdo con el historiador, el hecho de que coincidiera también con los meses de verano no era propicio para celebraciones solemnes.
Pero según Enríquez hubo otro motivo mayor que estaba vinculado a la propia figura que propició la fecha.
“La fiesta del 12 de febrero era muy cercana a la figura de Bernardo O’Higgins, que fue derrocado en 1823 por una revuelta y partir de ahí se comenzó a cuestionar todo lo asociado a él”, cuenta.
La experta señala que las principales críticas a la fecha se concentraron en que la declaración de la independencia la realizó O’Higgins por sí mismo y en el contexto de un Congreso de diputados elegidos, por lo que para una parte de la sociedad carecía de legitimidad.
Luego, tras la caída y exilio en Perú del “director supremo”, los días de la fiesta de febrero comenzaron a estar contados.
“Fueron años de mucha turbulencia. Finalmente se implantó un régimen conservador y se generó un movimiento opositor que defendía el regreso de O’Higgins. Para evitar que la fecha sirviera como pretexto para una posible insurrección decide cambiarse entonces por decreto para septiembre”, comenta.
En 1837, el entonces presidente Joaquín Prieto decidió concentrar las fiestas nacionales de febrero y abril -de pasado o’higginista- en el 18 de septiembre, fecha vista como la fecha que dio paso a la guerra de independencia.
“Así se ha ido pasando entonces de generación en generación y así se ha enseñado desde entonces en las escuelas. Por eso, muchos en Chile desconocen realmente cuándo fue que se declaró la independencia”, señala Enríquez.